martes, 23 de junio de 2015

Ser padre

Tomado de La Crónica del Quindío 15-06 22

Ángela María Alzate Manjarrés
Engendrar una vida, tener la posibilidad de conferir el pasaporte a la existencia a un nuevo ser humano, siempre será un milagro. 
Sin embargo, ser padre es mucho más que depositar en el vientre de la madre la esencia que da origen a otra persona, es más que engendrar, mucho más…
¿Qué significa ser padre?
Primero. Combinar la fuerza y la ternura. Un padre es protección y cuidado, es la seguridad que ante el peligro, nos hace sentir confianza y respaldo. Sin embargo, esa fuerza inspiradora de tranquilidad y protección, no puede desencadenar en violencia o maltrato, por eso un buen padre, tiene las dos cosas en su justa medida.
Segundo. Ser ejemplo de aquello que predica. Un padre es un referente, es alguien a quien podemos mirar para pensar de qué forma debemos proceder o cuáles decisiones debemos tomar para ser exitosos y felices. Por eso, viene a colación una pequeña historia en torno a la cual vale la pena reflexionar: 
Un padre dice a su hijo: 
—Hijo te cuidado por donde caminas. 
—Padre, ten cuidado tú —responde el hijo—, porque yo sigo tus pasos. 
Los seres humanos somos libres y por eso, podemos hacer lo que decidamos, sin embargo, cuando traemos al mundo a un hijo, esta libertad se limita, pues un mal ejemplo es lo peor que podemos legar a nuestros descendientes.
Tercero. Ser responsable. Un padre, un buen padre, sabe que otra persona depende de él y que debe proveerle. No declina en su esfuerzo, no desfallece en su lucha, por el contrario, redobla su dedicación y hace lo posible —y más que eso—, para que a ese nuevo ser, no le falte nada. Podrá decirse que esto es difícil, sin embargo… ¿Qué culpa tiene aquel que jamás pidió venir al mundo, de la imposibilidad material de quien decidió —por acción o por omisión— traerlo? Un padre debe proveer materialmente, porque es la razón natural de las cosas, si la madre puede respaldarlo, qué bueno, pero la mayor responsabilidad, sin duda debe y tiene que ser del padre.
Cuarto. Ser buen consejero. El padre siempre ha sido y será la luz de la sabiduría que ilumina el camino, a veces oscuro e impredecible de la existencia. La palabra del padre, su concepto, su idea en torno a las cosas, es una excelente orientación. Para lograrlo, quien ostenta el rol de la paternidad, debe vivir de la mejor manera, tener claridad en su pensamiento y ser digno de entregarle a su hijo unas palabras que le puedan orientar en su camino.
Esta clase de padres necesitamos, aquellos que asuman con amor, entereza y orgullo su papel, esos que se entreguen de verdad, que tengan claro que su hijo es su legado para el mundo y su herencia para la eternidad.
Algunos hemos tenido el privilegio de contar con ellos, y ese, es motivo de imperecedera gratitud (a Edilberto Alzate Marín, por supuesto).

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