sábado, 9 de febrero de 2013

Presencia y pensamiento

Saludo y motivación

Queridos hermanos en Cristo Jesús

Con la apertura de mi cuarto blog haré una presencia en el pensamiento católico en comunión con la Iglesia de Cristo.

Este blog no fue ideado, por mí, pues ya bastante trabajo tengo con tres blogs anteriores en los que no he ocultado mi condición de creyente y practicante de la religión católica que me glorío de profesar, como con frecuencia lo he confesado en la Eucaristía.

Mi primer blog, El blog de don Abel, está dedicado al buen uso de la Gramática española, materia en la que he cumplido 21 años como columnista de corrección idiomática en tres diarios de mi país. El Espectador (Bogotá), El Diario del Otún (Pereira) y El Colombiano (Medellín). Actualmente sólo escribo en los dos primeros. En este blog inicié hace más de un año una sección llamada Calixto solicitada en vida por el padre Gustavo Vélez Calixto (q. e. p. d.), pero que sólo pude cumplírsela dos años después de su muerte. Esta sección se dedica a los errores de las homilías y de los escritos religiosos.

El segundo Blog, Los Gavirias de Sopetrán, está dedicado a todo lo relacionado con el pueblo donde nací, Sopetrán.

El tercero, Blog Mariano, como su nombre lo indica es un blog dedicado a la devoción mariana.

¿Para qué un cuarto blog, entonces, que parece dedicado a la Apologética según se puede entrever en el primer párrafo de este saludo? No lo sé y mucho menos teniendo en cuenta que no soy teólogo, como tampoco sé por qué abrí un blog mariano sin ser mariólogo. De una cosa estoy convencido: no soy yo quien ha decidido estos dos blogs.

Existe desde hace once años y medio un grupo virtual, Cristo amigo, del cual hablaremos después, que se dedica a la intercomunicación interpersonal de creyentes del mundo entero. Uno de sus miembros, Gustavo Otero, es una persona muy preocupada por la defensa de la Fe. Hablamos con frecuencia de lo que falla en nuestras prácticas religiosas.

El pasado 3 de diciembre en mi columna semanal Gazapera de El Espectador hablé sobre la desinformación ocasionada a unas palabras de Joseph Ratzinger en su libro La infancia de Jesús, Gustavo leyó la columna y me llamó para felicitarme e insinuarme que aprovechara la facilidad de palabra para un blog católico.

—ya tengo el Blog Mariano y la sección Calixto del Blog de don Abel. —le dije.

—Esos —me dijo— son blogs devocionales y se necesita un blog de opinión.

Esas palabra sonaron como una orden y así las entendí:

La orden la recibía a través de Gustavo.

Han pasado dos meses y medio y no había empezado a cumplir la orden. La semana pasada, en una charla personal con un joven universitario, miembro de Cristo amigo, Carlos Vélez, entendí que el blog sería apologético y que nunca se debería confundir con un foro.

La invitación es entonces para que envíen aportes en ese sentido a este blog.

Como la inspiración de Gustavo salió de la columna Gazapera del 3 de diciembre. Me parece oportuno transcribirla en esta primera entrada de Presencia y Pensamiento.

Espero que Gustavo, que hoy recibió el Sacramento del Matrimonio, acepte esta primera entrada del blog como regalo de Bodas

Gabriel Escobar Gaviria

tiromalo@gmail.com


Gazapera Sófocles

Lo que el papa no dijo

«El papa: Jesús nació de una virgen y en el portal no estaban el buey y el Asno». Juan Lara, título de una noticia en Yahoo, 12-11-20.

«¿Es cierto que el papa nos prohibió cantar El burrito sabanero en la novena?». Pregunta de una señora a mi amiga Beatriz Loaiza (12-11-28).

Entre la primera cita y la segunda  hay  una polémica, o mejor, una campaña de desinformación lamentable en extremo. Se trataba de dar a conocer libro La infancia de Jesús del escritor alemán Joseph Ratzinger. Los periodistas tienen dos herramientas para lograr que sus artículos noticiosos sean leídos: el título y el gancho. En el primero ponen las ideas que creen principales, y en el segundo, sus apreciaciones personales acerca de lo expresado en el título. Ambas técnicas sirven para lo que significa la segunda.

El periodista de Efe, para su título, escogió una idea muy científica y otra muy popular; con ellas aseguraba lectores de diferentes niveles culturales. Cada idea tuvo hinchada propia. Sin embargo, por la del nacimiento virginal nadie dijo ni mu: se trata de un artículo de fe que compartimos los que la profesamos. Pero por lo del burro y el buey, ¡Santo Dios! ¡Qué fue aquello?

Resulta que Ratzinger ocupa un cargo importantísimo dentro del credo cristiano: es el papa. Los desinformados, con intención o si ella, confunden lo que hace el escritor con lo que hace el papa. Desde el mismo día en que salió el artículo de Efe, van y vienen insultos contra Benedicto XVI por algo que Ratzinger no dijo ni tiene poder para decirlo: «Prohíbense el burro y el buey en los pesebres católicos». Ese poder lo tiene el papa, pero tampoco lo ha dicho ni lo dirá, porque, aunque los epítetos escuchados opinen lo contrario, es una de las personas más sabias y más sensatas que la humanidad tiene hoy en día, sabiduría y sensatez que comparte con el escritor Ratzinger cuyo análisis sobre la existencia del par de animalitos termina con estas palabras: «Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno». (La infancia de Jesús, pág. 76).

Laus Deo Virginique Matri


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