domingo, 24 de febrero de 2013

Saludito dominical

Queridos lectores de mis dos primeras entradas:

No piensen que los abandoné, no. Ya hice el compromiso y hay que cumplirlo, sólo permítanme la explicación de que las actividades nuevas son como cuando uno entra a un sistema transporte lleno: tiene que buscar acomodo, así mismo esta actividad debe apretujar las otras para que encuentre acomodo. De pronto algunas ya cumplieron su cometido y deban bajarse, pero hay que saber cuáles. Hoy abrí uno de mis correos y encontré el Saludito dominical de un docente del Colegio de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Saludito que recibo desde hace ya varios años. Ernesto Blandón Rey, el autor, coincide conmigo en ser ex alumnos salesianos y, por supuesto, en el amor a nuestra UPB. De hoy en adelante este saludito seguirá apareciendo cada domingo.


177- Febrero 24 de 2013
Ernesto Blandón Rey

Volvemos nuevamente a encontrarnos en una mutua invitación especial y única, alrededor de la Palabra que se hace presencia en la persona de Nuestro Señor Jesucristo. ¿Qué trae que nos convoca? Lo que proyecta y la vez nos es desconocido que resplandece en una transfiguración del mundo como participación de su resplandor. Es la gloria de Dios entre nosotros a la que se nos llama a «Escucharle» Visión y palabra, por eso se está bien con Él, con Él se pasa todo, el dolor se hace llevadero y las dificultades son punto de partida para cosas nuevas. «Qué bien se está aquí», dicen quienes arrebatados por presencia tan particular sienten que las cadenas se rompen y se crea una relación nueva entre los hombres, mínimamente se miran a los ojos y se descubren como personas. Es la novedad en un lenguaje único que vence la tibieza; el amor irrumpe en la oscuridad y se aclaran las relaciones entre los hombres. «Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle», en Él todo es vida, por eso quienes están allí al amparo de su presencia se sienten vivificados, con la certeza novedosa de que sus palabras redireccionan el camino que debemos seguir. El «Escuchadle» es un mandato de vida, más que oídos, es dejar que su palabra arrope la vida, el ser, la humanidad, la inteligencia, la voluntad, mostrándonos así un camino novedoso de libertad y de entrar en el mundo. La transfiguración de Nuestro Señor Jesús es la nuestra, por eso todo cambia, hasta la muerte; en él se transfigura en vida que no se acaba aunque esté acosada por el sufrimiento. Los apóstoles testigos de tan gran acontecimiento en aquel monte, asombrados, no tenían palabras para explicarlo ni contemplarlo en todo su significado. El silencio es entonces contemplativo, de éxtasis si se quiere ante esa luz que entra en nuestros corazones para irradiar en nosotros el «conocimiento de su gloria que está en el rostro de Cristo».
Estos días que vienen, el que vivimos hoy, son una gracia. La vida es uh milagro cotidiano, ella misma es una invitación a tener los ojos en Cristo Nuestro Señor, para que nuestra transfiguración en su amor, resplandezca en, los momentos que vivimos y viviremos, en el silencio de la palabra y en la elocuencia del acto bueno.
Hagamos de este“Saludito” una cadena de oración por quienes padecen un sufrimiento. Algunos destinatarios, han dado a conocer necesidades apremiantes que ponemos en las manos de Dios para que los llene de fortaleza, anime y si es su voluntad sean curados de sus enfermedades.
El rezo de mil Padrenuestros por la salud de los que padecen cáncer, tú rezas sólo uno y pasas el mensaje a otros para que sigamos rezando. Pásalo, por favor. – Petición de nuestro amigo Ángel Santacoloma Luis Alfonso.
Un abrazo
PAZ y BIEN en el Señor Jesús.
Ernesto B. / Docente del Colegio de la UPB

Comparto con ustedes mi poemario Te vi pasar que se encuentra en las librerías de los Paulinos. Ernesto Blandón.

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