Ernesto Blandón Rey
Docente del Colegio de la Universidad Pontificia Bolivariana
Nos preparamos para algo, por eso hacemos lo que hacemos,
pero el sello del tiempo dice que todo camina hacia un acabamiento, es la
tragedia de la cual se quiere escapar con unturas de diverso tipo, sin embargo, el acoso de lo evidente es imparable, la muerte está ahí, como impotencia de
ser, en ese acoso por vivir atrapando y consumiendo posibilidades, a costo de
serios desafueros e injusticias, como forma de dominar la muerte y disuadir el
sufrimiento. En este marco humano se entra en los preparativos que San Lucas
hace referencia: «id y preparadnos la Pascua para que la comamos» Es algo
diferente, un momento de la histori de la humanidad y de cada hombre de
especial significado, Jesús a lo largo de su vida se ha preparado para entregar
su vida, por eso dice: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros» como un acontecimiento en la vida de los hombres, tiene poder
transformador, genera un cambio de dirección, al sentarse en la mesa y decir
mostrando el pan «Este es mi cuerpo que se entrega por vosotros» En el marco
de la debilidad humana se hace débil por nosotros para hacernos fuertes en su
entrega, la cruz fue testigo de amor tan grande, sin límite, reconciliando al
hombre con Dios; aniquilando en su muerte el miedo a causa del pecado. Jesús
lee el corazón de los hombres, no juzga a nadie, tampoco lo excluye «a toda la Tierra llega su voz hasta los límites del orbe su lenguaje” Prepararnos para la
entrega de Jesús es una condición para acogerlo «¿qué debemos hacer?» Su
presencia la evidencia, nuestro cansancio lo confirma, la arrogancia y las
injusticias cometidas son el sello de que algo anda mal; tomar conciencia de la
propia realidad, de lo que somos e identifica nos hacen necesitados del amor
que Jesús nos ofrece, el que nos entrega en su cuerpo. En su ser tiene el sello
del amor de Dios Padre.
Jesús nos invita a estar con él, en el salón dispuesto para
la fiesta del amor, celebremos con él, la victoria sobre nuestros egoísmos, al
despertar en nosotros el deseo de hacer lo mismo, encontrando así nuestra
verdadera condición de humanidad
Hagamos de este Saludito una cadena de
oración por quienes padecen un sufrimiento. Algunos destinatarios, han dado a
conocer necesidades apremiantes que ponemos en las manos de Dios para que los
llene de fortaleza, anime y si es su voluntad sean curados de sus
enfermedades.
El rezo de mil Padresnuestros por la salud de los que padecen
cáncer, tú rezas sólo uno y pasas el mensaje a otros para que sigamos
rezando. Pásalo,
por favor. – Petición de nuestro amigo Ángel Santacoloma Luis
Alfonso
Un
abrazo
PAZ y BIEN
en el Señor Jesús.
Ernesto Blandón Rey / Docente del Colegio de la
UPB
Comparto con ustedes mi poemario TE VI PASAR
que se encuentra en las librerías de los Paulinos.
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