Por Yamile Orrego
A propósito de tantas cosas que
pasan, les comparto algo que hace días les estoy preparando... Aquí va,
hermanitos: les comparto un «resumen» (entre comillas porque casi siempre me
quedan largos) de un programa radial que providencialmente escuché el jueves
pasado, se llama Apologética con Frank
Mora, en Radio Católica Mundial cuyo el tema era Las puertas que abrimos al diablo para que entre en nuestras vidas.
Digo providencialmente, pues
entre las 5:00 a. m.y las 6:00 a. m. siempre estoy haciendo el Rosario con La
Voz de Jesucristo, pero ese día, no sé cómo, llegué a esta emisora; pienso que
Dios quería que la escuchara por lo que está pasando con nuestro hermano del
grupo.
Empiezo citando una frase del
evangelio del viernes, porque definitivamente no se puede desconocer ni
menospreciar la existencia del demonio: «En aquel tiempo, cuando Jesús expulsó
a un demonio, algunos dijeron: “Este expulsa a los demonios con el poder de
Belzebú, el príncipe de los demonios”». San Lucas 11:15,
Definieron 1. Tentación 2.
Opresión 3. Infestación 4 Posesión. Dijeron causas, efectos y estrategias para
encarar y superar estas situaciones.
1. La tentación. es el demonio apretando algunas áreas de nuestra
vida para robarnos la paz. Recordemos que hasta Jesús fue tentado varias veces,
ej: en el desierto (San Mateo 4:2), a través de Pedro (San Marcos 8:33). Jesús
no pecó porque no cedió a la tentación.
Ceder a la tentación delata las
partes débiles de la personalidad, el demonio se concentra en ellas y
proporciona todos los medios para pasar a...
2. La opresión. Tanto la opresión como la tentación son ataques
externos y provienen del medio que nos rodea. Ambas se enfocan en las áreas
débiles con el fin de obligar la concentración en asuntos que aparten la mirada
de Dios.
Todas las adicciones como la
bebida, drogas, pornografía, ludopatía, algunos casos de depresión y algunas enfermedades
pueden ser opresión.
Son también opresión, esas
circunstancias que por más que se hayan tratado de resolver se repiten
continuamente, como problemas familiares, conflictos y presiones laborales,
relaciones amorosas disfuncionales, ataques de personas.
¿Cómo combatirlas?
Esto ayudará a cortar la
exposición a los focos de tentación: oraciones de protección, invocación de
jaculatorias por ej: «Jesús yo confío en ti»; con el sacramento de la
reconciliación, eucaristía frecuente, visita al Santísimo. El sacramento de
reconciliación no solo perdona los pecados, tiene poder sanador.
Dijeron que «el diablo es un
perro bravo amarrado; si te mantienes alejado de él no hay ningún peligro de
que te muerda, pero si te le acercas, te expones y puedes salir herido de
gravedad o mortalmente».
En San Mateo 5, 29 se nos dice «Por
tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea
echado al infierno»
3. infestación. Una vez se ha
cedido a la tentación y a la opresión, el ataque es interno, algunas áreas de
la voluntad están afectadas y muy débiles.
¿Qué puertas se pueden haber
abierto para llegar ahí? Haber frecuentado la corriente de la nueva era. El
hipnotismo, pues deja la mente en poder de otra persona. En la meditación yoga
se corre un grave riesgo cuando se pretende lograr la mente en blanco, recuerde
que «cuando el espíritu malo sale del hombre, empieza a recorrer lugares
áridos, buscando un sitio donde descansar. Como no lo encuentra, se dice: “Volveré
a mi casa de donde tuve que salir”. Al llegar la encuentra bien barrida y todo
en orden. Se va, entonces, y regresa con otros siete espíritus peores que él;
entran y se quedan allí. De tal modo que la nueva condición de la persona es
peor que la primera». San Lucas 11, 24-26
¿Cómo combatirla? Oración de
sanación asistida por un sacerdote, sacramento de la reconciliación. En lo
posible eucaristía diaria. Visita frecuente al Santísimo
4. La posesión. La posesión es un
ataque interno que controla y domina la voluntad. Ningún espíritu maligno puede
poseer a un bautizado a no ser que el bautizado le abra la puerta.
Cómo se abre la puerta? Coqueteos
con el ocultismo, consultas a los brujos para hacerse leer las cartas, el
tarot, la carta astral, jugar a la ouija, la santería, el espiritismo, el
satanismo,
¿Cómo se combate?: Con el
exorcismo. Este debe ser autorizado por el obispo previa verificación de que si
se trate de una posesión, se tiene que ser muy cuidadoso, no vaya a ser una
enfermedad mental u otra situación parecida.
Señales que ameritan el
exorcismo:
–Aversión a Dios, no es que no le
guste o no esté de acuerdo con la iglesia, es un evidente y fuerte rechazo
físico a la cruz, a la Virgen y a las cosas sagradas.
–Hablar en lenguas desconocidas.
–Hacer presente cosas escondidas
o distantes.
–Demostrar fuerzas o fenómenos
fuera de lo normal.
El exorcismo es un poder
apostólico al cual sólo tienen acceso los obispos, ellos pueden delegar en un
sacerdote debidamente preparado, porque se enfrenta al diablo mismo. Todos los
sacerdotes pueden hacer oraciones de sanación, pero no todos están facultados
para hacer exorcismos.
El demonio sólo le teme a la
iglesia católica porque sabe que es la única que tiene el poder de destruirle.
Hasta ahí la conferencia.
COMENTARIOS
Es mejor prevenir que curar,
además de no arrimarse al perro bravo, hay unas estrategias que Wilson Montoya
dio en su conferencia Como enfrentar las
tribulaciones basado en el libro de Tobías, y son: 1. Orar 2. Estar en el
camino de Dios. 3. Buscar la palabra. 4. Confiar 5. Obedecer
Es una ardua tarea porque el
medio está infestado de tentaciones, cierta clase de música, canciones con
letras abiertamente incitadoras, películas, publicidad, revistas, programas de
televisión, la internet, hasta la aparentemente inofensiva lectura del
horóscopo es algo que debe evitarse. Permanecer vigilantes, no desfallecer en
la oración de intercesión por nuestros niños y jóvenes, están demasiado
expuestos.
Y no estamos solos, con Dios a
nuestro lado, ¿a quién hemos de temer? bien lo dice el Salmo 27:1-2
«El Señor es mi luz y mi
salvación, ¿a quién he de temer? Amparo de mi vida es el Señor, ¿ante quién
temblaré? Cuando los malvados se lanzan contra mí para comer mi carne, ellos,
mis enemigos y contrarios, tropiezan y perecen».
Espero que les sea de mucha
utilidad.
P. D: Ellos sugirieron las
oraciones de protección de San Miguel Arcángel pidiendo protección contra todo
mal y la Oración de Protección, la coraza de San Patricio.
Aunque nuestros Padres de
cabecera son tan ocupaditos, les agradeceríamos que nos recomendaran oraciones
de protección.
¿Vieron que si me quedó larguito
el resumen? ¡Je! Gracias por leerlo, Dios los bendiga.
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