miércoles, 14 de octubre de 2015

Un resumen

Por Yamile Orrego

A propósito de tantas cosas que pasan, les comparto algo que hace días les estoy preparando... Aquí va, hermanitos: les comparto un «resumen» (entre comillas porque casi siempre me quedan largos) de un programa radial que providencialmente escuché el jueves pasado, se llama Apologética con Frank Mora, en Radio Católica Mundial cuyo el tema era Las puertas que abrimos al diablo para que entre en nuestras vidas.

Digo providencialmente, pues entre las 5:00 a. m.y las 6:00 a. m. siempre estoy haciendo el Rosario con La Voz de Jesucristo, pero ese día, no sé cómo, llegué a esta emisora; pienso que Dios quería que la escuchara por lo que está pasando con nuestro hermano del grupo.

Empiezo citando una frase del evangelio del viernes, porque definitivamente no se puede desconocer ni menospreciar la existencia del demonio: «En aquel tiempo, cuando Jesús expulsó a un demonio, algunos dijeron: “Este expulsa a los demonios con el poder de Belzebú, el príncipe de los demonios”». San Lucas 11:15,

Definieron 1. Tentación 2. Opresión 3. Infestación 4 Posesión. Dijeron causas, efectos y estrategias para encarar y superar estas situaciones.

1. La tentación. es el demonio apretando algunas áreas de nuestra vida para robarnos la paz. Recordemos que hasta Jesús fue tentado varias veces, ej: en el desierto (San Mateo 4:2), a través de Pedro (San Marcos 8:33). Jesús no pecó porque no cedió a la tentación.

Ceder a la tentación delata las partes débiles de la personalidad, el demonio se concentra en ellas y proporciona todos los medios para pasar a...

2. La opresión. Tanto la opresión como la tentación son ataques externos y provienen del medio que nos rodea. Ambas se enfocan en las áreas débiles con el fin de obligar la concentración en asuntos que aparten la mirada de Dios.

Todas las adicciones como la bebida, drogas, pornografía, ludopatía, algunos casos de depresión y algunas enfermedades pueden ser opresión.

Son también opresión, esas circunstancias que por más que se hayan tratado de resolver se repiten continuamente, como problemas familiares, conflictos y presiones laborales, relaciones amorosas disfuncionales, ataques de personas.

¿Cómo combatirlas?

Esto ayudará a cortar la exposición a los focos de tentación: oraciones de protección, invocación de jaculatorias por ej: «Jesús yo confío en ti»; con el sacramento de la reconciliación, eucaristía frecuente, visita al Santísimo. El sacramento de reconciliación no solo perdona los pecados, tiene poder sanador.

Dijeron que «el diablo es un perro bravo amarrado; si te mantienes alejado de él no hay ningún peligro de que te muerda, pero si te le acercas, te expones y puedes salir herido de gravedad o mortalmente».

En San Mateo 5, 29 se nos dice «Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno»

3. infestación. Una vez se ha cedido a la tentación y a la opresión, el ataque es interno, algunas áreas de la voluntad están afectadas y muy débiles.

¿Qué puertas se pueden haber abierto para llegar ahí? Haber frecuentado la corriente de la nueva era. El hipnotismo, pues deja la mente en poder de otra persona. En la meditación yoga se corre un grave riesgo cuando se pretende lograr la mente en blanco, recuerde que «cuando el espíritu malo sale del hombre, empieza a recorrer lugares áridos, buscando un sitio donde descansar. Como no lo encuentra, se dice: “Volveré a mi casa de donde tuve que salir”. Al llegar la encuentra bien barrida y todo en orden. Se va, entonces, y regresa con otros siete espíritus peores que él; entran y se quedan allí. De tal modo que la nueva condición de la persona es peor que la primera». San Lucas 11, 24-26

¿Cómo combatirla? Oración de sanación asistida por un sacerdote, sacramento de la reconciliación. En lo posible eucaristía diaria. Visita frecuente al Santísimo

4. La posesión. La posesión es un ataque interno que controla y domina la voluntad. Ningún espíritu maligno puede poseer a un bautizado a no ser que el bautizado le abra la puerta.

Cómo se abre la puerta? Coqueteos con el ocultismo, consultas a los brujos para hacerse leer las cartas, el tarot, la carta astral, jugar a la ouija, la santería, el espiritismo, el satanismo,

¿Cómo se combate?: Con el exorcismo. Este debe ser autorizado por el obispo previa verificación de que si se trate de una posesión, se tiene que ser muy cuidadoso, no vaya a ser una enfermedad mental u otra situación parecida.

Señales que ameritan el exorcismo:

–Aversión a Dios, no es que no le guste o no esté de acuerdo con la iglesia, es un evidente y fuerte rechazo físico a la cruz, a la Virgen y a las cosas sagradas.
–Hablar en lenguas desconocidas.
–Hacer presente cosas escondidas o distantes.
–Demostrar fuerzas o fenómenos fuera de lo normal.

El exorcismo es un poder apostólico al cual sólo tienen acceso los obispos, ellos pueden delegar en un sacerdote debidamente preparado, porque se enfrenta al diablo mismo. Todos los sacerdotes pueden hacer oraciones de sanación, pero no todos están facultados para hacer exorcismos.

El demonio sólo le teme a la iglesia católica porque sabe que es la única que tiene el poder de destruirle.

Hasta ahí la conferencia.

COMENTARIOS

Es mejor prevenir que curar, además de no arrimarse al perro bravo, hay unas estrategias que Wilson Montoya dio en su conferencia Como enfrentar las tribulaciones basado en el libro de Tobías, y son: 1. Orar 2. Estar en el camino de Dios. 3. Buscar la palabra. 4. Confiar 5. Obedecer

Es una ardua tarea porque el medio está infestado de tentaciones, cierta clase de música, canciones con letras abiertamente incitadoras, películas, publicidad, revistas, programas de televisión, la internet, hasta la aparentemente inofensiva lectura del horóscopo es algo que debe evitarse. Permanecer vigilantes, no desfallecer en la oración de intercesión por nuestros niños y jóvenes, están demasiado expuestos.

Y no estamos solos, con Dios a nuestro lado, ¿a quién hemos de temer? bien lo dice el Salmo 27:1-2

«El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Amparo de mi vida es el Señor, ¿ante quién temblaré? Cuando los malvados se lanzan contra mí para comer mi carne, ellos, mis enemigos y contrarios, tropiezan y perecen».

Espero que les sea de mucha utilidad.

P. D: Ellos sugirieron las oraciones de protección de San Miguel Arcángel pidiendo protección contra todo mal y la Oración de Protección, la coraza de San Patricio.

Aunque nuestros Padres de cabecera son tan ocupaditos, les agradeceríamos que nos recomendaran oraciones de protección.


¿Vieron que si me quedó larguito el resumen? ¡Je! Gracias por leerlo, Dios los bendiga.

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